La justicia española reconoce haber librado Ali Aarrass a la tortura en Marruecos

Según Ali Aarrass, con sus métodos de tortura, Marruecos termina siempre obteniendo la confesión de personas inocentes

Etiquetas : Tribunal Constitucional, Ali Aarrass, tortura, Marruecos, extradición, derechos humanos, ONU, indemnización, tribubales españoles,

El Tribunal Constitucional concede protección a un hombre que sufrió tortura severa después de ser extraditado de España a Marruecos.

El Tribunal Constitucional ha concedido protección a Ali Aarrass, un ciudadano marroquí naturalizado belga en 1989, después de que fuera extraditado por España a Marruecos en 2008, donde sufrió tortura severa según informes de las Naciones Unidas. El tribunal ha determinado que debido al procedimiento de extradición, solicitado por Marruecos como presunto yihadista, y considerando las consecuencias de su entrega, Aarrass sufrió una violación de sus derechos fundamentales, específicamente por no haber tenido una protección judicial efectiva y en su lugar haber sufrido tortura y tratos inhumanos o degradantes, prohibidos por la Constitución Española.

La decisión de otorgar esta protección implica la anulación de varias decisiones de la jurisdicción ordinaria en España, permitiendo al demandante buscar una compensación de alrededor de tres millones de euros del Estado.

El recurso fue exitoso con seis votos a favor y cinco en contra (los magistrados Enrique Arnaldo, Concepción Espejel, Ricardo Enríquez y César Tolosa del sector conservador, y la magistrada Laura Díez del grupo progresista). Estos jueces argumentaron que los informes de la ONU eran inconclusos o no se consideraron vinculantes para las autoridades nacionales en ocasiones anteriores. De hecho, en el tribunal se discutieron dos proyectos de sentencia, uno a favor del recurso y otro en contra, porque el tema es relativamente nuevo, refiriéndose a los efectos legales de las resoluciones de la ONU sobre casos de tortura y tratos inhumanos o degradantes. En el caso de Ali Aarrass, el Comité de Derechos Humanos de la ONU ya había advertido del riesgo que enfrentaba de recibir dicho trato.

En 2008, Ali Aarrass fue arrestado nuevamente y extraditado a Marruecos en 2010 a petición de las autoridades de ese país. En diciembre de ese año, informó haber sido torturado en prisión mediante electrocución, violación con objetos y asfixia, entre otros métodos. El informe del Comité de Derechos Humanos de la ONU en 2014 destacó esta denuncia y que no había sido tenida en cuenta por la Audiencia Nacional. En 2011, Aarrass fue condenado en Marruecos a 15 años de prisión por pertenecer a una organización terrorista, sentencia que dos años después se redujo a 12 años. En 2013, otro informe del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria acreditó las denuncias de Aarrass, solicitando su liberación ya que su condena se basaba en confesiones obtenidas bajo tortura.

Todo esto llevó a la conclusión del Comité de Derechos Humanos de la ONU de que España no había evaluado adecuadamente el riesgo de que Aarrass fuera sometido a tortura cuando se acordó su extradición, constituyendo así una « violación » del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. A la luz de todos estos datos, el Tribunal Constitucional ha decidido otorgar protección, que incluye la anulación de diversas decisiones de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo que rechazaron las reclamaciones de Aarrass a lo largo de los años. El fallo del tribunal de garantías es que el proceso regrese a la Audiencia Nacional para emitir una resolución « respetuosa con el derecho fundamental violado », en otras palabras, de acuerdo con el derecho a una protección judicial efectiva.

Ali Aarrass podría recibir de los tribunales españoles une indemnización de hasta 3 millones de euros.

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